El príncipe Felipe será sepultado con todos los honores debidos a un príncipe del Reino Unido y el consorte de la reina Isabel II. Pero debido a la pandemia de coronavirus será una despedida más discreta que la de otros integrantes de la familia real.
La pandemia ha requerido cambios en los anticipados planes para el deceso de Felipe, cuyo nombre en código es Operación Forth Bridge.
“Durante la pandemia de coronavirus, y a la luz del consejo actual del gobierno y las pautas de distanciamiento social, los arreglos modificados para el funeral y ceremonias para su alteza real, el duque de Edimburgo, están siendo considerados por su majestad la reina”, dijo el Palacio de Buckingham en un comunicado. “Los detalles se confirmarán a su debido tiempo”.
Las banderas en los edificios gubernamentales y las residencias reales se bajaron a media asta y los canales de televisión británicos cancelaron su programación para dar cobertura especial a la muerte de Felipe, quien falleció el viernes a los 99 años.
Su deceso será marcado con 41 cañonazos al mediodía del sábado en diferentes lugares del país, incluyendo la Torre de Londres y el Castillo de Edimburgo, así como en Gibraltar y en barcos de la Armada Real.
Pero el palacio y el gobierno británico instaron a la gente a no reunirse ni dejar flores afuera de las residencias reales para homenajearlo. El palacio en cambio invitó a la población a firmar un libro de condolencias en internet para evitar multitudes y largas filas.
Gran Bretaña, que tiene el mayor número de decesos por la pandemia en Europa con 127.000, todavía sigue bajo ciertas restricciones de cierre para combatir el COVID-19.
Cuando murió en 2002 la Reina Madre Isabel, la más reciente consorte real en fallecer, su ataúd fue colocado en la Sala Westminster del Parlamento y miles de personas acudieron a despedirse.
El cuerpo de Felipe no se presentará al público debido a la pandemia y su actitud “sin complicaciones”. Tampoco será un funeral de estado, para cumplir sus últimos deseos.
El Colegio de Armas, el organismo que supervisa los protocolos ceremoniales, dijo el viernes que el cuerpo del príncipe estará presente en el Castillo de Windsor, a 40 kilómetros (25 millas) al oeste de Londres, donde pasó sus últimas semanas con la reina. Su funeral será en la capilla de San Jorge en el castillo, donde han sido enterrados por siglos miembros de la familia real y donde también se han celebrado bodas reales, incluyendo la del príncipe Enrique con Meghan Markle en 2018.
“Esto es de acuerdo a la tradición y a los deseos de su alteza real”, dijo el colegio.
El Palacio de Buckingham anunciará más adelante cuándo será el funeral y cuánta gente asistirá. Actualmente los funerales están restringidos a 30 personas o menos bajo las reglas por el coronavirus en Inglaterra, así que es probable que sea sólo para la familia real inmediata.
Se cree que Enrique tratará de viajar desde su casa en Montecito, California, para despedirse de su abuelo, pero probablemente tenga que sortear las reglas de coronavirus en Gran Bretaña.
Los viajeros de Estados Unidos deben presentar una prueba negativa de COVID-19 antes de subir al avión y autoaislarse 10 días al llegar, pero esa cuarentena puede terminar antes si una prueba resulta negativa cinco días después. Su esposa Meghan está embarazada de su segundo hijo y no se espera que haga el viaje.
Algunos aspectos de la vida británica se detendrán hasta después del funeral. Las visitas habituales del gobierno y anuncios oficiales se suspendieron.
Los partidos políticos de Gran Bretaña suspendieron sus campañas para las elecciones locales y escocesas del próximo mes, mientras que el primer ministro Boris Johnson encabezó los homenajes políticos. Los legisladores regresarán un día antes de su receso de Pascua para rendir homenaje a Felipe en la Cámara de los Comunes el lunes.